Sonrie...
Cierto día caminaba por la calle, pensando cómo hacer para pagar una de mis tantas deudas. Al dar vuelta en una esquina, un hombre de mediana estatura, ojos claros, bigote de brocha y sonrisa grandotota, me aborda ofreciendo cierto paquete que llevaba en sus manos. Al principio, la impresión me señala, erróneamente, que era un evangélico quien por hablar demasiado rápido no podía entender lo que decía; pero cuando al fin fijo mi atención me doy cuenta que era un vendedor y lo que llevaba en sus manos era una torre circular de pan de pita. Él era árabe y por eso no le entendía.
Aunque me han dicho que ese pan es bueno para las dietas, aún no ostento en mi memoria culinaria alguna receta que vaya con ellas; además, con qué dinero iba a comprar si no tenía ni para una llamada telefónica. Detuve mi marcha y le dije que me disculpara pero que estaba en la carraplana, que quizá otro día que pasara por allí le compraría algo pero con la condición que me dijera cómo prepararlas.
Cuando reinicio mi camino el hombre nuevamente se me acerca, me dice —chica, ‘pérame un momento—. Él hace un esfuerzo y habla más lento que la primera vez, me pide disculpas y me dice que le responda a una pregunta: "¿de qué parte eres?". Esperaba cualquier otra cosa menos esa curiosa pregunta. A lo que él agrega: —por tu sonrisa seguramente eres maracucha o caraqueña—
Con mi cara de asombro ante su gracioso análisis, le respondo que mitad y mitad, que había nacido en Caracas pero que adoraba Maracaibo; además, ¿porqué me preguntó eso? A lo que este hombre, más sonriente que yo me responde:
—las caraqueñas y las maracuchas siempre tienen una sonrisa en los labios, a diferencia de las gochas que siempre tienen cara’e perro y jamás te regalan una sonrisa tan bella como la tuya—
No les voy a negar que el señor no se equivocaba, por estos lados cuesta conseguir una sonrisa que te alegre el día. A veces creo que es por la falta del mar, del olor a salitre o el bronceado de la costa, realmente no sé. Lo que sí les puedo asegurar que si me pagaran por mi sonrisa hace mucho tiempo sería millonaria, pero como no es así, no importa, sigo sonriendo a pesar de todo.
viernes, mayo 09, 2008
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el bolso
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2 exclamaciones:
Buenas noches... Supongo que a la hora en que logro leer tu blog (1.47am) debes de estar durmiendo cosa que no me he aostumbrado a hacer despues de 26 años... Pues si... por aqui estoy de nuevo, y para serte sincero, hoy las hare de abogado del diablo, ¿porqué la gente ya no sonrie? lamentablemente estamos en una sociedad con falta de susceptibilidad, solo les maneja el dinero, el trabajo y en el peor de los casos una familia con la que se sienten con un gusto a medias, no se sonrie muy seguido porque tememos ser catalogados de locos, (quizas esa es la razón del porque muchos piensan que somos de otro planeta) tambien tenemos el caso de trabajos en el que te exigen una seriedad constante, en donde su lema es "si ries pierdes", y lamentablemente eso es lo que ocurre actualmente, salimos de nuestras labores con la cara acalambrada de tanto fruncir el ceño, y a fin de cuentas, no se si sea el salitre o la costa, pero en mi montaña yo soy feliz y aquel que quiera saberlo que venga a visitarla, porque en merida sonries bastante, de la emoción de ver las nevadas espectaculares que colman las aguilas que nos rodean, de los pueblitos con sus cultura sin alterar, reimos de nosotros mismos, o quizas sea la altura que nos golpea la razón y terminamos siendo unos rolitranco de locos que no podemos dejar de vivir protegidos a los costados de los mas grandes titanes de Venezuela...
claro, no puedo olvidar que estamos en una epoca de escases... puede que las sonrisas tambien hayan entrando en la lista negra de articulos a importar... je je je!!! :)
posiblemente sea así amigo mio, las sonrisas escasean; aunque confieso que por estos páramos he encontrado algunas que valen la pena, a veces parecen desaparecer en las multitudes. Y si algún día llegaran a decirme que pierdo por sonreir pues lo lamento, la cosa es al contrario, pierdes por no hacerlo. Así que ya sabe, como al parecer no me haré millonaria, empieza a depositar en mi cuenta parte de la comisión o el cheque... porque como alto pana me has sacado varias sonrisas .. y eso que te encuentras en la distancia...
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